Recientemente hemos conocido el informe del estudio realizado por la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) sobre la violencia de género en Europa.
Los resultados se basan en entrevistas cualitativas, de entre una y dos horas de duración, a 42.000 mujeres en los 28 países de la UE, lo que convierte este estudio en el mayor realizado jamás sobre violencia de género en el mundo. El estudio se fundamenta en las experiencias que las mujeres admiten haber tenido.
Éstas son las diez conclusiones principales de la encuesta:
1).- Una de cada tres europeas de entre 18 y 74 años de edad ha sufrido violencia física o sexual desde los 15 años, lo que equivale a 62 millones de mujeres, una cifra superior a la población de Italia.
2).- El 22% de las mujeres que han tenido una relación de pareja con un hombre ha experimentado violencia física o sexual por su parte. Existe una relación entre el elevado consumo de alcohol de la pareja masculina y el empleo de la violencia.
3).- El 5% de las europeas mayores de 15 años -una de cada 20- ha sido violada. Esta cifra equivale a nueve millones de mujeres, lo que supera al conjunto de la población de Austria o Suecia. En los casos en los que la pareja no era el agresor, una de cada diez violadas indican que más de un hombre estuvo implicado.
4).- Sólo una de cada tres mujeres que sufrieron agresiones físicas por parte de su pareja denunció el caso más grave a la policía o a otra organización. Cuando el agresor no era su pareja, sólo una de cada cuatro mujeres informó de ello. Una de cada cuatro mujeres que fueron víctimas de una agresión sexual no fue a la policía por vergüenza.
5).- El 43% de las mujeres ha sufrido alguna forma de violencia psicológica por parte de su actual pareja masculina o una anterior. Estas formas de violencia incluyen, por ejemplo, humillaciones públicas, prohibirle salir de la casa, forzarla a ver pornografía o amenazarla con actos violentos.
6).- El 55% de las mujeres mayores de 15 años ha sufrido alguna forma de acoso sexual, lo que equivale a 100 millones de mujeres. De las víctimas, el 32 por ciento aseguró que el autor fue un jefe, un colega del trabajo o un cliente.
7).- El 33% tiene experiencias infantiles de violencia física o sexual a manos de un adulto. El 12% relata que tuvo experiencias de violencia sexual en la infancia. Estas formas de abuso suelen implicar a un adulto mostrando sus genitales o tocando los genitales o los pechos de la menor. El 97% de los agresores fueron hombres.
8).- En los 12 meses anteriores a la encuesta -entre abril y septiembre de 2012-, alrededor de 13 millones de europeas han experimentado alguna forma de violencia física. Esta cifra supone el 7% de la población femenina de entre 18 y 74 años.
9).- En los 12 meses anteriores a la encuesta, 3,7 millones de europeas han experimentado alguna forma de violencia sexual. Una cifra que corresponde al 2% de las mujeres de entre 18 y 74 años.
10).- El 18% de las mujeres asegura que ha sido acosada en su vida adulta. El 21% de quienes han padecido esta situación relatan que el acoso duró más de dos años. Las mujeres acosadas, por ejemplo, recibieron correos electrónicos, llamadas o mensajes telefónicos con amenazas, fueron seguidas por la calle o se publicaron sobre ellas comentarios ofensivos en internet de forma continuada.
Éstas son las siete principales propuestas de la FRA para hacer frente a esta situación:
1).- Los Estados miembros de la UE deben considerar la violencia dentro de la pareja como un asunto público, y no privado. Por tanto, la ley en todos los socios comunitarios debe tratar la violación dentro del matrimonio como otro caso de violación, y debe responder a la violencia doméstica como un asunto de gran preocupación pública.
2).- Los países de la UE tienen que revisar el alcance actual de la respuesta al acoso sexual, reconociendo que pueden producirse en distintos ámbitos y pueden utilizarse diferentes medios, como Internet o los teléfonos móviles. Se debe de alentar a la Policía a que investigue el acoso cibernético.
3).- La policía, los profesionales de la salud, los empleadores y los especialistas en atención a las víctimas deben contar con la formación y los recursos adecuados para llegar hasta las afectadas. La policía y otros servicios de atención deben estar capacitados para reconocer y entender el impacto del abuso psicológico en las víctimas, con el fin de que se garantice actuar contra toda forma de violencia contra las mujeres.
4).- Las plataformas de Internet y las redes sociales deben ayudar activamente a las víctimas de “ciberacoso” a informar sobre el abuso y se debe alentar que limiten comportamientos inapropiados.
5).- Se requiere que los servicios de apoyo especializados para atender a las víctimas detecten y traten también algunos sentimientos negativos, que puede incluir una sensación de vergüenza y culpa.
6).- Las campañas sobre la respuestas a la violencia contra las mujeres deben dirigirse tanto a los hombres como a las mujeres. Los hombres deben participar positivamente en las iniciativas.
7).- La agencia europea insta a todos los países europeos a ratificar la “Convención europea para la prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica”, un instrumento que pretende equiparar las legislaciones en esta materia de todo el continente.
En muchos resultados los mapas con los porcentajes muestran llamativas diferencias por países.
Mapa del porcentaje de mujeres que aseguran haber sido víctimas desde la edad de 15 años de violencia física o sexual por una pareja actual o pasada.
Viendo los porcentajes que muestra el mapa, parece que la violencia machista tiene mayor incidencia en los países del norte de Europa que en España, por ejemplo. Los países escandinavos tienen más mujeres que, por ejemplo, relatan haber sufrido violencia a manos de sus compañeros. En cambio, en países del sur y del este, como España, Portugal, Grecia o Polonia, los porcentajes son más bajos. ¿Significa esto que en España hay menos violencia machista que en Noruega? Lo cierto es que no.
En la encuesta se recoge lo que la mujer reconoce ante la pregunta de un extraño y por ende, la percepción que la mujer tiene sobre la violencia machista, sobre lo que es o no es una conducta violenta. España no tiene menos incidencia de violencia de género que Suecia porque aquí sucedan menos casos, sino porque se perciben menos, es decir, la violencia está más ‘normalizada’ en las vidas de las mujeres y sale menos a la luz y a muchas mujeres les resulta difícil identificar formas de violencia más cotidianas.
“El informe trata de explicarlo o, más bien, de señalar cosas que hay que tener en cuenta. Una es la igualdad de género. Hay una correlación. Cuanto más igualitario es un país, más se habla de los incidentes violentos contra las mujeres. A las mujeres les resulta más fácil hablar de ello”, señala Sami Nevala de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE (FRA) “No se trata de que haya menos violencia en un país que en otro. De hecho, es probable que en los lugares donde las mujeres no están familiarizadas con este tipo de encuestas, donde no hablen de esta cuestión, se reporten menos casos”, coincide Karima Zahi, coordinadora del Lobby Europeo de Mujeres.
El informe revela unas cifras escalofriantes, que no creemos que puedan dejar a nadie indiferente. Son muchas las tareas que tenemos para seguir trabajando por la erradicación de la violencia contra las mujeres y para lograr un cambio cultural en un proceso a largo plazo que es responsabilidad de toda la sociedad.
Natalia Massó de Pablo
Psicóloga y presidenta de Generando Igualdad