A estas alturas, huelga decir que la última edición del programa de Operación Triunfo ha sido todo un éxito. Y no estoy haciendo referencia a sus altas audiencias, gran cantidad de discos vendidos, entradas agotadas en sus conciertos… sino por conseguir la visibilización de la homosexualidad y el resto del colectivo LGTBIQ+, feminismo y sororidad entre las concursantes del mismo.
Pero el ejemplo más claro de todo esto es la canción “Lo malo”, cantada por Aitana y Ana Guerra, dos de las participantes de este concurso. “Lo malo” ocupa actualmente número uno en la lista de éxitos y acaba de estrenar un videoclip que ha superado los 4 millones de visitas en YouTube en los primeros días.
A punto estuvo de ser nuestra representante para el próximo festival de Eurovisión y esto no era simplemente por un ritmo pegadizo. La letra de “Lo malo” pertenece a un género musical que está creciendo en los últimos meses dentro y fuera de nuestro país a un ritmo vertiginoso. Es el reggaeton y el trap feminista.
Reggaeton y trap hasta hace no mucho era imposible que compartieran espacio con la palabra feminismo. Sin embargo, esto es precisamente lo que pretende conseguir este fenómeno: desmontar los tópicos machistas, empoderar a la mujer y ya de paso demostrar que estos géneros no son sólo de hombres.
Brisa Fenoy (autora de la canción de “Lo malo”), Bad Gyal, las VVITCH, Ivy Queen, el grupo Tremenda Jauría, Chocolate Remix, Ms Mina… son algunos de los ejemplos que corroboran este auge.
Todas tienen en común mensajes que empoderan a la mujer, que la hacen dueña de su cuerpo y su sexualidad (acabando con la cosificación que existe en el reggaeton tradicional), que desmontan la imagen de mujer objeto, callada y dominada, cuya máxima aspiración es la de tener a un hombre a su lado, que vale en la medida en la que atrae a éstos, mala y en permanente competencia con las demás mujeres.
Las letras del trap y reggaeton feminista en cambio, hablan sobre mujeres independientes, sororas, que se divierten sin el permiso de un hombre, que visibilizan y luchan por las desigualdades que sufre la mujer, que exigen los mismos derechos… en definitiva, mujeres dueñas de su propia vida.
Estos mensajes están calando entre las y los jóvenes a través de ritmos y bailes pegadizos, y esto es muy importante para ambos sexos: para ellas, estas letras pueden ayudarlas a adueñarse de su cuerpo y su sexualidad (siempre al servicio del patriarcado), a empoderarse y decir NO, a ser independientes y fomentar la sororidad.
Y para ellos, de esta forma podrán visibilizar una nueva masculinidad: la de la igualdad y no la dominación, la del respeto y no la de la cosificación. Porque ya no queremos chicos malos, en nuestras vidas nada malo, PA´ FUERA LO MALO.
Beatriz Galindo Navarro
Psicóloga de Generando Igualdad.