Dirigida a quien pueda interesar, a quien no, también; representantes públicos de cualquier Administración, los que ya han hecho campañas de prevención y concienciación frente a la violencia machista y los que están en ello.
En vuestra mano tenéis la oportunidad de crear conciencia con una campaña responsable, ajustada a la realidad, informada y comprometida.
Nuestros consejo es que no optéis por “cubrir el expediente” presentando una visión sesgada y parcial de la violencia machista (sí, así es cómo se llama) envuelta en marketing de sonrisas, porque, traslada un mensaje muy, pero que muy alejado de la realidad.
Aunque, en realidad, en Generando Igualdad también somos partidarias de ellas, de las sonrisas. Y somos partidarias de hablar de supervivencia, evitando mensajes victimistas y reforzando el “Hay salida”. Pero con prudencia, con cuidada prudencia.
Porque no negaremos que las mujeres que hemos atendido en nuestro recurso, como en tantos otros, tras mucho esfuerzo y trabajo por su parte, han conseguido recuperar tímidamente la sonrisa, básicamente porque son conscientes de que siguen vivas, de que han recuperado la ilusión.
Pero insistimos, tímidamente…porque aunque las heridas cicatrizan con el paso del tiempo, su huella es imborrable, es permanente y con campañas que minimizan las consecuencias de esta lacra social, en muchos casos, hasta vuelven a sangrar.
Nuestro mensaje también es #VIVE. Pero no es un VIVE cargado de responsabilidades hacia la víctima (si no denuncias y te pasa algo…ya te lo advertimos). Nada más alejado. Porque quien lo traslada, cantando y contando sus experiencias de vida, es la mujer real que sí logró sobrevivir, aquella que lo vivió en primera persona, aquella que sabe bien de lo que habla, aquella que sabe bien lo importante que es pedir ayuda para seguir viva.
Aquella que, en un acto de generosidad admirable, ha vuelto a sacar fuerzas desenterrando sus propias experiencias negativas, con todo el dolor que eso conlleva, para convertirlas en mensajes positivos de recuperación y fuerza, con el fin de que otras mujeres se puedan ver reflejadas y den el paso, el primer paso, para salir; pedir ayuda, de la forma que sea.
Porque ellas, sí saben de lo que están hablando. Y por eso, difícilmente, volverán a sonreír; lo harán, por supuesto que lo harán, pero no de la misma manera que un día llegaron a hacer.
Para la próxima campaña preguntadles a ellas.
Por responsabilidad.
Montse Casasempere Ruiz
Vicepresidenta. Responsable de comunicación