No es la primera vez que hablamos sobre la violencia digital en los posts de Generando Igualdad. De hecho, contamos con María Ocete, una compañera experta en la materia y que trabaja en este ámbito dando formación para un uso adecuado de las nuevas tecnologías.
Y por desgracia es un tema que tenemos que ir sacando a la luz muy a menudo, dado que tanto las redes sociales como los dispositivos móviles han cambiado nuestra forma de relacionarnos y se están convirtiendo en el medio más común para controlar y abusar de la pareja, especialmente entre los más jóvenes.
Desde el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, en varias ocasiones han puesto de manifiesto que cada vez se reciben más denuncias contra menores de edad. También se tiene constancia de los siguientes datos, provenientes de encuestas:
En 2017 se realizó, con el apoyo del Ministerio de Salud, Asuntos Sociales e Igualdad, PantallasAmigas y Twitter, dentro de su iniciativa #fuerzaenmivoz.
Hace poco, navegando por la red, me encontré con el siguiente vídeo que da mucho, mucho que pensar…
Las nuevas tecnologías tienen aspectos muy positivos, pero también crean otras problemáticas como control, dominio y acoso. Decidir con quién se puede hablar y con quién no, preguntar por qué se estaba en línea a determinada hora, vigilar estados de WhatsApp disfrazado de “si me quisieras, no necesitarías hablar con ningún chico” en detrimento de su derecho a la intimidad y espacio personal…
En muchas ocasiones, además, se pasa del comportamiento controlador a humillaciones públicas “si me dejas, voy a publicar las fotos que tú y yo tenemos”.
Por todo ello, no está de más recordar algunas claves que ayudan a detectar una situación de este tipo de control:
Y tengámoslo en cuenta para transmitir a las nuevas generaciones que controlar el móvil también es violencia.
Elena Cedillo. Psicóloga de Generando Igualdad