Se abre el telón…y ¡no! Nada de eso…
Ni telón, ni convencionalismos, ni siquiera decorados… Aquí todo queda reducido al minimalismo más expresivo acorde a la intensidad del contenido que se representa.
Y según se desarrolla la trama comprendes que el planteamiento no puede ser más acertado; segmentos de tarima gris hacen las veces de mobiliario de una casa que rezuma gris también. Y te provoca esa sensación claustrofóbica que generan los espacios angostos, oscuros…tristes.
La misma sensación que provoca la protagonista de esta historia.
Una mujer perseguida por los miedos a fracasar ante los ojos de los demás, temor enfermizo a defraudar. Viviendo una vida que hace tiempo dejó de ser suya; aunque la realidad es que nunca lo fue. Esas vidas que pasan del nido familiar al conyugal sin capacidad de decisión, ni de reacción, porque para reaccionar y decir se acabó siempre hay un pero en forma de miedo, en forma de qué dirán, en forma de fracaso.
La frustración de una mujer que se obsesiona con tener un hijo puesto que hay que seguir cumpliendo con los convencionalismos y rellenar los huecos de una relación con un marido tan ausente como la comunicación entre ambos.
Se trata de poner encima de la mesa la figura de la mujer en el seno de una sociedad contemporánea con cierto regusto al patriarcado que creíamos defenestrado y que, en definitiva, la relega a ser “hija, hermana o esposa de…”. Con todas las insatisfacciones que ello conlleva.
La insatisfacción busca aliados en los sueños en los que se refugia Laura para dar los pasos que quiere y se ve incapaz de dar; su mayor traba, ella misma. De ahí que se sueñe en la imagen del cómo y qué le gustaría hacer. Pero ¿realmente quiere que todo se quede en un sueño? La decisión está en su mano.
Tuve el inmenso placer de disfrutar de Los restos de la noche el pasado jueves 19 de febrero y, a través de estas líneas, os animo a vivir la experiencia de la intensidad de 4 actores en escena y sus interpetaciones que rozan lo inquietante.
No escribiría sobre ella si creyera que esta obra os va a dejar indiferentes.
Skaena 5 nos acerca esta obra de Yolanda Pallín y pone sobre el escenario a Nini Dols, Jesús Rodríguez, Carlos B. Rodríguez y Lucía Esteso, conjuntados en un magistral trabajo interpretativo con la tristeza como hilo conductor.
Estarán todos los jueves de febrero y marzo a partir de las 20.30 en Nave 73 (C/ Palos de la Frontera 5- Madrid) y podéis adquirir las entradas a través de la propia sala o en Atrápalo.
¡Que la disfrutéis!
Montse Casasempere Ruiz
Especialista en igualdad y violencia de género