Hace menos de un mes veíamos en todos los telediarios como Ray Rice, una estrella del fútbol americano, golpeaba brutalmente a su prometida en un ascensor hasta dejarla inconsciente y cómo posteriormente la arrastraba.
Accede al vídeo pinchando en la imagen.
Las imágenes no eran recientes puesto que los hechos habían ocurrido el 15 de febrero. Según fuentes publicadas, en ese período Rice fue interrogado sobre la agresión, pero para evitar el juicio se comprometió a seguir un programa de sensibilización contra la violencia doméstica. Su pareja le perdonó y se casaron un mes después.
La reciente difusión pública de las imágenes puso a Rice en el punto de mira.
Su equipo le rescindió el contrato por comportamiento violento y hasta el presidente Obama dijo que la conducta del deportista había sido “despreciable e inaceptable” y condenaba la agresión. El jugador, en una declaración de pocos minutos, intentó pedir disculpas por su comportamiento y su mujer, además de manifestarse contra el equipo de su marido, hizo declaraciones tales como “ésta es nuestra vida, ¿por qué no lo comprenden?”, “siento el papel que tuve”, “nadie sabe el dolor que los medios le han causado a mi familia” o “sólo sabemos que continuaremos creciendo y mostrando al mundo lo que es el verdadero amor”.
Sí, ésa era su definición de amor. El debate estaba servido.
Es por ello por lo que a la sociedad le cuesta entender cómo la mujer maltratada no sale de su situación. El proceso que responde a esta cuestión ya lo planteábamos con el post Los porqués de no romper una relación de maltrato.
Esto, unido a las siguientes circunstancias, incitaría el mantenimiento de la violencia:
• El miedo que le produce pensar en las consecuencias violentas que podría provocar el agresor ante el cese de la relación.
• La dependencia económica de la mujer.
• La no aceptación del fracaso matrimonial o de pareja, queriendo sostener la relación hasta el final.
• La falta de conciencia de estar siendo maltratada.
• El sentimiento de vergüenza.
• El aislamiento al que puede estar sometida, ya que es un tipo muy frecuente de violencia.
• El no conocer recursos que le proporcionen una asistencia jurídica y psicológica.
La repercusión del vídeo hizo que la presentadora de la NBC Meredith Vieira para ayudar compartiera en Twitter su historia personal bajo los hashtag #WhyIStayed y #WhyILeft (Por qué me quedé y por qué me fui). Numerosas fueron las mujeres que continuaron. Y es que aquellas que están transitando por situaciones similares, deben saber que no están solas.
Muchos espacios como Generando Igualdad luchan porque este mensaje llegue.
Ójala algún día podamos decir que la violencia de género ha dejado de existir.
Elena Cedillo
Psicóloga de Generando Igualdad. Colegiada. M-21342