Previo a la celebración de las fiestas navideñas, el área de Género y Diversidad del Ayuntamiento de Madrid ha lanzado una campaña a favor de los juguetes no sexistas.
Un grupo de niños y niñas exigen que los juguetes cambien, rompiendo los estereotipos de género tradicionalmente asignados a éstos.
https://www.youtube.com/watch?v=wy0gGOhdWXk
La campaña ha llamado poderosamente la atención ya que lxs protagonistas son, como hemos mencionado anteriormente, lxs niñxs. Son ellxs mismxs los que piden que los juguetes cambien, que la sociedad cambie y no se les limite la elección a diferentes juguetes.
Con este mensaje se quiere romper los tabúes que muchos padres y madres tienen en este asunto, y que les impiden regalar, por ejemplo, un carrito de paseo y una muñeca a su hijo, o que muestran reparo a la hora de comprarle a su hija el último muñeco de superhéroe que haya en el mercado.
A pesar de esta campaña tan necesaria (ya era hora de que se empezaran a hacer visibles estos estereotipos), muchas personas siguen sin comprender lo que significa esta división de los juguetes en lxs menores y su trascendencia en el futuro. Muchos lo ven como “lo normal”: “Lo normal es que un niño juegue con coches y una niña a las cocinitas, así ha sido toda la vida”. “Qué más dará con qué jueguen lxs críxs”.
¡Ay! de aquel o aquella que no le gustara jugar con el juguete que le habían asignado socialmente por su género… estaba condenado a jugar solx o a ser el/la raritx de turno. Seguro que a todxs se nos viene alguien a la cabeza…
Y efectivamente, así ya desde pequeñxs sabíamos que a nosotras nos tenía que gustar cuidar de nuestro bebé, cocinar, hacer la compra y ayudar a barrer a nuestra madre con el cepillo de juguete que nos acababan de traer los Reyes Magos. Mientras, nuestros hermanos o primos estaban inventando aventuras con sus coches, construyendo un edificio con sus construcciones o resolviendo un misterio con el último juego de mesa que le habían regalado. Y esto, conlleva ya desde la infancia diferencia de roles, de posición, de valoración y sobre todo DESIGUALDAD.
Por todo esto, demos validez por fin a lo que lxs niñxs tienen que decirnos, sienten y demandan: que como adultxs, entendamos que los juguetes no tienen género. Tenemos la obligación de proporcionarles una sociedad igualitaria donde tengan la libertad de jugar con lo que les apetezca y no se les juzgue por la elección que realicen.
Beatriz Galindo Navarro
Psicóloga de Generando Igualdad