Escribo este texto a propósito de las recomendaciones que el Ministerio del Interior nos hace a las mujeres para evitar que nos violen, las tenéis a continuación y además podéis consultarlas en el siguiente enlace:
Consejos para su seguridad/prevención de la violación
No haga auto-stop ni recoja en su coche a desconocidos.
Por la noche, evite las paradas solitarias de autobuses. Si el autobús no está muy concurrido, procure sentarse cerca del conductor.
No pasee por descampados ni calles solitarias, sobre todo de noche, ni sola ni acompañada.
Si se ve obligada a transitar habitualmente por zonas oscuras y solitarias, procure cambiar su itinerario. En otros países se utilizan silbatos para ahuyentar al delincuente. Considere la posibilidad de adquirir uno.
Evite permanecer de noche en un vehículo estacionado en descampados, parques, extrarradios, etc.
Antes de aparcar su vehículo mire a su alrededor, por si percibiera la presencia de personas sospechosas. Haga lo mismo cuando se disponga a utilizar su coche. Antes de entrar, observe su interior. Podría encontrarse algún intruso agazapado en la parte trasera.
Si vive usted sola, no ponga su nombre de pila en el buzón de correos, sólo la inicial. Observe con especial atención las recomendaciones que se hacen en el capítulo dedicado a la vivienda. Eche las cortinas al anochecer para evitar miradas indiscretas. Tenga encendidas las luces de dos o más habitaciones para aparentar la presencia de dos o más personas en el domicilio.
Evite entrar en el ascensor cuando esté ocupado por un extraño, especialmente en edificios de apartamentos. De cualquier modo, sitúese lo más cerca posible del pulsador de alarma.
Ante un intento de violación, trate de huir y pedir socorro. Si no puede escapar, procure entablar conversación con el presunto violador con objeto de disuadirle y ganar tiempo en espera de una circunstancia que pueda favorecer la llegada de auxilio o permitir su huida. Todo ello, mientras observa los rasgos físicos de su agresor, en la medida de lo posible.
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Me gustaría llamaros la atención sobre la actitud paternalista y limitadora de la autonomía de las mujeres que nos quiere transmitir el gobierno.
He tratado de hacer un comentario que, si bien cargado de cierta ironía, creo que nos va a ayudar a tomar conciencia de la imagen que tenemos de las mujeres en nuestro imaginario colectivo.
• En primer lugar nos alertan de que no subamos al coche a desconocidos; curiosamente, la mayoría de violaciones y abusos sexuales las cometen personas conocidas bajo formas de violencia que están normalizadas y ocultas.
• Evita las paradas solitarias, esto es, comunica a tu empresa que tienes miedo al salir del trabajo tarde, que te permitan marcharte a casa cuando aún es de día, manteniéndote el salario, por supuesto. O escribe a la EMT para que suprima paradas y así, las pocas que queden estarán más concurridas, con lo cual estaremos más protegidas.
• No pasees de noche por sitios solitarios, ni sola ni acompañada; es infinitamente más recomendable y barato que no salgamos a que solicitemos mayor presencia policial.
• Un silbato es una gran inversión, adquiérelo, te sentirás más segura y satisfecha, como con cierta marca de compresas.
• Cambia tu itinerario, cuidado con dónde aparcas, mira bien en el interior de tu coche antes de montarte. ¡Siéntete como las personalidades que han recibido amenazas de bandas terroristas organizadas!
• Roza la paranoia. No pongas tu nombre en el buzón, ocultar parte de tu identidad para protegerte es un precio nimio a pagar en nombre de tu seguridad. Por supuesto, no escatimes en la factura de la luz, deja varias luces encendidas para que piensen que vives con alguien si tienes la desgracia de vivir sola, vulnerable e indefensa.
• Si intentan violarte y no puedes escapar, trata de entablar una conversación con el violador. No nos dicen qué tipo de conversación; la verdad es que yo no sé que se le dice a un violador. Pero espero ansiosamente la próxima entrega del ministerio con sus recomendaciones para ponerme a estudiarlas en mi casa, en un barrio muy concurrido con paradas de autobús iluminadas, con 7 cerrojos, las cortinas echadas, todas las luces encendidas y el silbato colgado del cuello.
Como habéis comprobado, nos siguen transmitiendo una imagen de las mujeres como víctimas potenciales, advirtiéndonos de lo que no podemos hacer; lo que resulta muy peligroso y dañino porque ¿qué ocurre si no cumplo estas recomendaciones?, ¿merezco que me violen?, ¿soy yo la culpable?
Efectivamente, la vergüenza y la culpa son las principales razones por las que las mujeres no denunciamos la violencia sexual.
A esto se llama terror sexual, un mecanismo patriarcal para enseñarnos a vivir con miedo por el simple hecho de haber nacido mujeres y no permiten que nos olvidemos de ello en ningún momento…Como nos decían nuestras abuelas y madres ¡¡cuidado no vayas sola, cuidado no hagas esto, cuidado, cuidado…!! Tenemos que tener miedo de todo, porque estamos en peligro constante, porque la sexualidad masculina es salvaje y está fuera de su control y por eso somos nosotras, una vez más, las responsables que tenemos que tener precaución extrema para no provocarlos.
Nos enseñan a tener miedo pero yo me pregunto ¿Por qué no les enseñan a ellos a no violar? ¿Por qué no nos enseñan a nosotras a defendernos? ¿Por qué no se combate la desigualdad de género para que dejemos de estar subordinadas y atemorizadas?
Por último, os muestro un cartel de la campaña This is not an invitation to rape me con consejos dirigidos hacia los hombres.
Bárbara Zorrilla Pantoja
Psicóloga Col. M-24695
Experta en intervención con mujeres víctimas de violencia de género.