Estoy cansada.
Cansada del postureo, del aparente compromiso, de la supuesta implicación, de la foto de rigor y de los gestos simbólicos que están más cerca de ser mera estrategia de branded que esfuerzo conjunto por un cambio real.
Me he formado en igualdad, género, violencia; trabajo con víctimas y en proyectos dirigidos a la visibilización de desigualdades como primer paso para erradicarlas; vamos, que algo de sensibilidad con el tema creo que tengo.
Y, en mi humilde opinión, me reafirmo. Estoy cansada de vosotros. Y de vosotras.Y de vuestros juegos de palabras y de vuestras poses.
Y de que consigáis que nos quedemos en la anécdota.
Y de que con vuestras voces y vozas, hayáis logrado que mucha gente llegue al hastío, haciendo que pierda fuerza y credibilidad la denuncia de lo que, bajo mi punto de vista, es realmente preocupante:
🔸 Que casi 1.000 mujeres han sido asesinadas en los últimos 14 años.
🔸 Que, según datos oficiales, en el 2017, 49 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas, cinco más que en el 2016.
🔸 Que España sigue sumando posiciones en cuanto a brecha salarial.
🔸 Que la precariedad tiene rostro de mujer: el número de mujeres que cobra menos de 1.000 euros duplica al de los hombres, y el porcentaje de empleo a tiempo parcial en mujeres es del 25,2 % frente al de los hombres, con un 7,9%.
🔸 Que también son muchas las mujeres que o bien no tienen acceso a pensión o si la reciben es un 39% inferior a la que reciben los hombres.
🔸 O que, a nivel lenguaje, que tanto nos gusta…seguimos sin conseguir que una zorra sea lo mismo que un zorro, que coñazo deje de ser la antítesis de cojonudo o que fácil esté directamente relacionado con mujer.
Y así…en un suma y sigue infinito.
Apuesto por un lenguaje inclusivo y me reafirmo en la necesidad de la visibilizacion de la mujer, dado que lo que no se nombra, no existe.
Pero, insisto, no así y no de este modo. Determinadas acciones propagandísticas, porque, bajo mi punto de vista, todo esto tiene más de rédito político que de conciencia igualitaria plena, llevan a la chanza, la burla y el hazmerreír. Como está pasando.
¿Y qué ocurre cuando esto sucede? Que se banaliza cualquier acción, la lucha cae en el ridículo y perdemos credibilidad y fuerza.
Sigo pensado lo mismo, que esto no va de ser más papista que el Papa o de ir metiendo con calzador “aes” a todo, por sistema…para mí no, no va sólo de eso. Empiezo a echar en falta mucho sentido común. Lo siento.
Por el contrario, hay quien se estanca en la voz, la voz, la voz y las vozas.
Lástima de oportunidad perdida.
Montse Casasempere Ruiz
Vicepresidenta de Generando Igualdad
Especialista en igualdad de oportunidades y violencia de género