Dentro de los objetivos de Generando Igualdad y de este blog que publicamos semanalmente, está la sensibilización y concienciación de la sociedad ante la violencia de género, que es una realidad que está ahí y que muchas veces la tenemos más cerca de lo que pensamos. En este sentido, queremos acercaros una realidad que también existe pero que está invisibilizada y es la que se produce entre parejas o exparejas del mismo sexo. Nos referimos a la VIOLENCIA INTRAGÉNERO (VI).
Las formas de manifestación de la violencia son las mismas que en una relación heterosexual (física, psicológica, económica, sexual, ambiental) aunque con algunas características específicas.
Siendo el objetivo de la violencia el control y la dominación del otro, en las relaciones de pareja entre personas del mismo sexo una forma de controlar es el chantaje de hacer pública su orientación sexual, o, en el caso de relaciones entre hombres, amenazar a su víctima con el contagio del VIH-Sida, culpabilizando e intimidando.
Tampoco la violencia intragénero está exenta de mitos falsos. Algunos de ellos son:
- Las víctimas de VI son más débiles y tienen un rol femenino mientras que quienes maltratan son más fuertes y tienen un rol masculino.
La realidad es que ser víctima o maltratador/a en violencia intragénero no está relacionado con roles sexuales ni con la fuerza física sino con la desigualdad de poder. Uno de los errores que sustenta este mito es asociar violencia sólo a violencia física cuando sabemos que previo a la agresión lo que hay es un dominio psicológico de la víctima y la anulación de su capacidad de defensa y reacción.
- Las mujeres no son violentas, por tanto, las relaciones entre lesbianas son igualitarias. Puede haber discusiones, pero no violencia.
A pesar de la socialización diferencial de género, (en la sociedad patriarcal en que vivimos, las mujeres hemos sido educadas para ser sumisas y dóciles) las mujeres podemos ser violentas.
- La violencia intragénero no existe y si existe es menos grave y se da con menos frecuencia que la violencia de género.
En nuestra sociedad las relaciones consideradas “normales” son las heterosexuales ya que son las más visibles por lo que las violencias que se dan se visibilizan también desde la heterosexualidad dejando fuera en el discurso (académico, profesional y en medios de comunicación) la violencia que se da entre parejas y exparejas del mismo sexo, cuya magnitud es similar pero que está invisibilizada.
En definitiva y como ya hemos dicho en más de una ocasión, “lo que no se nombra no existe”, por eso es tan importante nombrar y dar visibilidad a la realidad de las víctimas de violencia intragénero y así poder atender de manera adecuada sus demandas y necesidades específicas.
Natalia Massó de Pablo.
Psicóloga y presidenta de Generando Igualdad