Un sesgo cognitivo es una interpretación errónea e ilógica de una información disponible, y los hombres que ejercen violencia de género suelen estar afectados por muchos de ellos.
Vicenta Rodríguez, Carlos Sánchez y David Alonso, investigadores de la Universidad de Castilla la Mancha, estudiaron las creencias de los jóvenes sobre la violencia de género y la relación de la pareja. Su proyecto ponía de manifiesto todas las distorsiones cognitivas que algunos adolescentes tienen tras estos conceptos y que les puede llevar a desarrollar una relación de pareja no igualitaria, minimizando los efectos de la violencia.
Algunos de los puntos más importantes del estudio fueron los siguientes:
• Estereotipos de género. Hay rasgos claros atribuidos a varones y a mujeres, y se espera de ellos un comportamiento acorde a éstos. Es decir, del chico se espera un comportamiento tradicional, aparentar actividad sexual y ponerla a prueba delante de sus amigos incluso de forma agresiva. También la toma de decisiones en la relación y el ejercicio de dominio y control. En el caso de la chica es esperable lo relacionado con la provisión de afecto y de seguridad a los demás. Que sea sensible y emocional, o el comportarse de manera pasiva, inocente o insinuante.
• Importancia de los celos. La creencia de que si hay celos “es porque te quiere” está muy arraigada en nuestro país. Por lo tanto, la consecuencia más lógica es pensar que “cuanto más celoso, más amor profesa la pareja”. Sin embargo, como manifiesta Lorente: “los celos son un mecanismo que persigue el control de la otra persona, y en parte, muestran el miedo, la inseguridad y la dependencia del que los ejerce”.
• Mito del amor romántico. En numerosas películas o literatura se alude a este tipo de amor en el que la persona solo encuentra y da sentido a su vida por el otro. Es decir, solo somos felices en el momento en el que se nos complementa y encontramos a nuestra “media naranja”. Sin embargo esta visión sobrevalorada de la pareja conlleva una distorsión, ya que nos vamos a regir por un ideal y no nos vamos a centrar en el amor real.
El estudio en si fue llevado a cabo con una muestra de 152 jóvenes, siendo 76 de ellos/ellas estudiantes universitarios en su primer año de carrera y el resto de 4º de la ESO. A través de un cuestionario de elaboración propia en las que mostraban las siguientes frases, tenían que manifestar su grado de acuerdo.
El resumen de los resultados obtenidos:
Consideraron que el nivel de estudios podía ser modulador de las creencias de los jóvenes y adolescentes, y los datos apuntaron que a medida que adquieren un nivel formativo mayor mostraban un grado de acuerdo menor con las afirmaciones. Es decir, que el mayor nivel formativo lleva a configurar una visión de la realidad más ajustada.
Aunque este estudio es de hace algunos años, es preocupante observar como la violencia de género en adolescentes aumenta. El último informe de la Fundación ANAR alertaba de un incremento de un 40% en casos de violencia sobre menores en el último año.
La igualdad se aprende desde la infancia y una acción conjunta educativa en el ámbito familiar y escolar es clave para que se prevenga y se trate la violencia hacia la mujer.
Elena Cedillo
Psicóloga en Generando Igualdad , Col. M-21342
Me ha encantado vuestro post y me ha sabido a poco pero ya sabeis lo que dice el dicho “si lo bueno es breve es dos veces bueno”. Me gustara volver a leeros de nuevo.
Saludos
Muchas gracias por asomarte a nuestra ventana.
Seguiremos publicando artículos que esperamos sean de vuestro interés; de momento, puedes consultar el resto en nuestro enlace: https://www.generandoigualdad.com/category/blog/