Desde Generando Igualdad hoy queremos dar a conocer esta nueva palabra que, desgraciadamente, cada vez se empieza a oír más. Con la llegada de Internet, las nuevas tecnologías, redes sociales…etc. se abre un interesante abanico de posibilidades de comunicación, pero a la vez se va ampliando cada vez más nuestro vocabulario para designar algunas conductas que entrañan un riesgo para los menores.
El término grooming se puede definir como el conjunto de estrategias que una persona adulta desarrolla para ganarse la confianza del menor a través de Internet con el fin último de obtener licencias de índole sexual. Es decir, un nuevo tipo de problema relativo a la seguridad de los menores en Internet. En realidad, podríamos decir que no se trata de nuevos delitos, sino de antiguas formas de abuso de menores que se han ido readaptando a los nuevos tiempos y al anonimato de la red. De hecho, aunque estas situaciones comienzan en la red, con cierta frecuencia suelen trascender al mundo físico, derivando en delitos tales como el tráfico de pornografía infantil o el abuso físico a menores.
Es un proceso sigiloso que iría desde un acercamiento lleno de empatía y/o engaños al chantaje más feroz para obtener imágenes comprometidas del menor y, en casos extremos, pretender un encuentro en persona. El daño psicológico que sufren niños, niñas y adolescentes atrapados en estas circunstancias es brutal.
Se trata de un problema cada vez más acuciante y que ya ha puesto en guardia tanto a la policía como a distintas asociaciones y agentes. Las principales dificultades para atajarlo y terminar con él son el anonimato de los delincuentes, la inocencia de los menores y la fácil accesibilidad de Internet. Y es que, a diferencia del ciberacoso, en el “grooming” “el acosador es un adulto y existe una intención sexual.
No hay datos ciertos de su incidencia en nuestras sociedad, tanto por ser una cuestión reciente como por su rápida evolución. No consta que haya un cómputo expreso de las denuncias relacionadas recibidas por los diversos Cuerpos y Fuerzas de seguridad del Estado implicados. Y, aunque así fuera, quedarían, muy a nuestro pesar, un grueso enorme de casos que o bien no son denunciados por los adultos responsables o bien nunca llegan a ser conocidos por éstos.
Pero, ¿cómo podemos prevenirlo? Sencillamente, tomando acciones concretas de seguridad mientras navegamos por Internet, es la forma más eficaz de ayudarnos a prevenir esta situación. En Internet Grooming nos ofrecen un completo decálogo para combatir el grooming y el acoso sexual de menores, algunas de esas sugerencias son:
- No proporcionar, o hacer fácilmente accesible a extraños, imágenes o información personal que pueda ser utilizada para otros fines.
- Preservar la seguridad y confidencialidad de cuentas de usuario y contraseñas, así como la del propio ordenador.
- No ceder ante el chantaje bajo ninguna circunstancia, puesto que ello supone aumentar la posición de fuerza del groomer.
- No dudes en pedir ayuda si te encuentras ante una situación nueva y delicada que conlleva gran estrés emocional. Contar con el apoyo de una persona adulta de confianza es fundamental.
- Analizar en qué delitos o irregularidades ha incurrido el acosador y cuáles pueden ser probadas para denunciar el abuso.
- Buscar y recopilar las pruebas de la actividad delictiva: capturas de pantalla, conversaciones, mensajes y todo aquello que pueda demostrar las acciones del groomer o dar pistas sobre su paradero o modo de actuar.
- Formular una denuncia, previo asesoramiento, con un adecuado análisis de la situación y elementos de prueba que ayuden a la investigación.
Además, es conveniente que, como adultos:
- Controlemos y supervisemos el acceso de los niños a Internet.
- Concienciemos a los menores sobre los peligros que existen en la Red.
- Mantengamos un diálogo abierto entre padres e hijos para crear un ambiente de confianza.
- Instalemos un antivirus o software de control parental en el ordenador que utiliza el menor para protegerlo ante una situación no prevista.
María Ocete
Psicóloga en Generando Igualdad Col. M-25419